El cabello es una estructura filiforme compuesta principalmente de una proteína llamada queratina o fitoqueratina. Se origina en folículos pilosos en la capa más externa de la piel llamada epidermis y consta de tres capas principales: la cutícula, la corteza y la médula.
El cabello es mucho más que una simple característica estética; es una parte esencial de nuestra identidad y autoexpresión. Mantenerlo en óptimas condiciones no solo es un asunto de apariencia, sino también de salud. Una de las prácticas fundamentales para lograr un cabello saludable y radiante es cerrar las cutículas capilares.
¿Qué son las cutículas capilares y por qué importan?
Las cutículas capilares son la capa más externa de las fibras del cabello, compuestas principalmente por células superpuestas. Estas células, llamadas escamas, se solapan y cubren el núcleo del cabello, protección y fortaleza. Sin embargo, las cutículas pueden abrirse debido a diversos factores:
Por eso es importante integrar en nuestra rutina de cuidado capilar el uso de los siguientes activos, para un cabello fuerte, sano y nutritivo:
Biotina: La biotina, también conocida como vitamina B7 o vitamina H, es crucial para la salud del cabello. Ayuda a mantener el cierre de las cutículas al fortalecer la estructura interna del cabello, lo que a su vez mejora la suavidad y el brillo. Estimula la producción de queratina, una proteína esencial para la salud capilar. Al asegurarse de que las cutículas estén protegidas y cerradas, la biotina ayuda a prevenir la secuela y el daño.
Elastina: La elastina es una proteína que tiene elasticidad y flexibilidad a diversos tejidos, incluido el cabello, induce a la recuperación de su estructura natural cerrando las cutículas del cabello para recuperar su forma original después de ser sometido a tensiones externas. Al conservar la estructura capilar, la elastina minimiza la apertura de las cutículas y protege contra los daños ambientales y mecánicos.
Keratina Vegetal o Fitoqueratina: Proteína clave en la estructura capilar, responsable de su fuerza y resistencia. La queratina vegetal, obtenida de fuentes naturales como plantas y cereales, es una alternativa sostenible a la queratina animal, ayuda a cerrar las cutículas al rellenar las áreas dañadas o desgastadas, mejorando la textura y la apariencia del cabello. Al nutrir y fortalecer las fibras capilares, brinda un cabello fuerte y brilloso.
Hidrolato de romero: El hidrolato de romero es un subproducto de la destilación del aceite esencial de romero, sus propiedades astringentes contribuyen al cierre de las cutículas, estimula la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, promoviendo la salud del folículo piloso y el crecimiento capilar. Sus propiedades antioxidantes también ofrecen protección contra el daño causado por los radicales libres, preservando la salud estructural del cabello.
Mantener las cutículas capilares cerradas es fundamental la apariencia y el estado de salud del cabello. Las cutículas son la capa externa protectora del cabello y, cuando están cerradas, forman una superficie suave y uniforme que refleja la luz, la intensidad brillo y la suavidad al cabello. Además, las cutículas cerradas protegen el interior del cabello de daños causados por factores externos.
Cuando las cutículas están abiertas, el cabello puede volverse áspero, opaco y propenso a dañarse y romperse fácilmente. Esto puede deberse a la exposición a un calor excesivo, productos químicos agresivos o falta de cuidado adecuado. Para mantener las cutículas cerradas, es importante utilizar productos capilares suaves, evitar el uso excesivo de herramientas de calor y mantener una rutina de cuidado que incluya hidratación regular y acondicionamiento.
En resumen, mantener las cutículas capilares cerradas es crucial para tener un cabello saludable y atractivo, ya que contribuye al brillo, la suavidad y la protección general del cabello contra daños externos.
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